jueves, 27 de septiembre de 2007

Otra vez escuela y medios

Resulta que en el día de ayer tuvieron que desalojar el Otto Krause (Escuela Técnica Nº1 de la Ciudad de Buenos) por una supuesta explosión. Al parecer (como dice acá) la escuela no tuvo nada que ver ni se trató, tampoco, de algún lío generado por alumnos.
Sin embargo, algunos medios de comunicación televisivos no se privaron de sacar al aire, por enésima vez, el tema de la violencia en las escuelas. En el noticiero de América (según APTRA el mejor de 2006, premiado con el Martín Fierro) se dedicaron a criticar la centenaria escuela. Algunas pavadas escuchadas: el régimen escolar, el nivel de los profesores, la proveniencia social de los alumnos, entre otras.




No dudo que el edificio se está cayendo a pedazos: el año pasado lo comprobé visitando la escuela por un acto. No dudo que los chicos “vienen bravos”: obvio, los tiempos cambiaron. No dudo que hay miles de cosas para mejorar: la calidad educativa no es lo que necesitamos para crecer como país. Lo que tampoco dudo es que estas actitudes de los MCS (o de algunos de ellos, para ser más benévolos) no ayudan en nada; simplemente instalan el alarmismo y son amarillistas.



(Lo del “mejor noticiero según APTRA” es irónico; aviso, por si acaso)

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Favaloro, finalista


Sorpresivamente, esta vez por la abrumadora diferencia de votos, el Dr. Favaloro se impuso ante Borges, en la cuarta edición de El Gen Argentino.

Creo que demuestra dos cosas: a) la esperanza dormida de muchos argentinos de manifestar altos valores éticos como los que encarnó Favaloro, su suicido –de alguna manera- lo puso en categoría de héroe; y b) lo poco conocido que es Borges en Argentina como literato o, mejor dicho, lo poco que se lo lee.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Evaluación del desempeño docente


Hoy me llegó el vínculo para descargar un nuevo libro de la OREALC/Unesco Santiago de Chile. Es una investigación dirigida por Javier Murrillo Torrecilla sobre la evaluación del desempeño docente en 50 países de América y Europa. La tapa:



Copio el abstract:

La Evaluación del Desempeño y la Carrera Profesional Docente son dos de los temas de mayor actualidad en el debate educativo de la Región. En primer lugar, por su influencia en la organización del trabajo de los docentes y los centros escolares y, en segundo lugar, porque son dos campos marcados por la polémica, e incluso, por la confrontación entre distintos enfoques y procesos de implementación.
La Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe quiere contribuir en este debate aportando una mirada conjunta sobre la forma en que están organizados los sistemas de carrera y evaluación del desempeño docente en América y Europa. Con ello, más que respuestas busca abrir posibilidades, ampliar miradas y demostrar que hay más formas de hacerlo. Pero, por sobre todo, intenta fortalecer la idea de que la evaluación y la carrera tienen sentido si se piensan en función de la mejora del trabajo de los docentes y de los centros educativos.
Este estudio, actualmente, es uno de los aportes más completos desarrollados últimamente, porque contribuye a la reflexión y a la toma de decisiones, entregando información comparada sobre evaluación del desempeño y sobre la carrera profesional docente en 50 países y 55 sistemas educativos, además de propuestas y experiencias que, sin duda, tienen mucho que aportar.

http://www.unesco.cl/esp/biblio/ediciones/126.act

Copy & Paste

La investigación y escritura académica seria es un tema importante. Como docente descubrí en varias ocasiones el truchaje realizado. Obviamente en el nivel medio es muy común; lo extraño es que se ha popularizado demasiado en el nivel superior. Recuerdo que el año pasado, en un parcial domiciliario que consistía en un breve paper, un alumno copió (casi entero) un texto de Margarita Poggi. La titular de la cátedra le aprobó el parcial porque desconocía el texto original. En mi función de adscripto, leí el parcial cuando el alumno en cuestión iba a presentarse al final de diciembre. Al descubrir la tramoya, alerté a la titular. Todavía no se presentó a rendir el examen final, por lo que no sabe que sabemos...

Hoy leí en Página/12 que existen varias "fábricas" de texto para tesis de licenciatura, ensayo y hasta tesis doctorales. Pero también se crearon programas que detectan los plagios.

La nota es interesante y el tema también.


El artículo en cuestión, acá

La actualidad de Sarmiento

(…)

En la torpedera Maipú venían los restos mortales de Domingo Faustino Sarmiento, cubiertos por aquellas tres banderas y también por la uruguaya. Habían partido días antes desde Asunción y recibido homenajes en Formosa, Corrientes, Paraná, Rosario y San Nicolás, en el largo itinerario por el río Paraná.

(…)
Más de cien mil personas en el recibimiento acongojado de Buenos Aires, constataron los cronistas de La Prensa Argentina . En la nota necrológica, LA NACION había observado, como rasgo sobresaliente en Sarmiento, la renuencia a los halagos de la popularidad, pues "creía que los pueblos tenían más para ganar con la verdad, por dura que sea, que con la indulgencia para señalarles vicios o deficiencias".

(…)
Llegaba a Buenos Aires para el descanso, que había rehusado en una vida desentendida de los secretos del sosiego. Ahora, por primera vez en mucho tiempo, a su alrededor, sólo la gravedad del silencio. Ni un denuesto para quien había sido "el Loco", cuando imperaban la incomprensión y las emociones exacerbadas hasta el odio. Había sido objeto de la ira ajena, y atizado la propia en el recurso desesperado de quien se obstinaba por alcanzar con urgencias el progreso social.

(…)
¿Cómo interpretaría Sarmiento la calidad con la cual se inserta su nombre en el espíritu colectivo de estos días? No es de descartar que, habiendo sido tan resuelto en proclamar la superioridad de la obra que dejó, experimentara un estado de perplejidad sobre lo que quieren al fin los argentinos.

¡Sarmiento perplejo, se dan cuenta! Le sería arduo de entender, acaso, que en empinadas testas que deciden o gravitan se superpongan a sus libros otros que fomentan todo aquello que él había combatido: el rencor hacia las sociedades que gratifican el ejercicio de la responsabilidad individual, el desdén por el mundo exitoso, el desacuerdo entre convocar al capital extranjero y el hostigamiento simultáneo para ahuyentarlo

Impresiona la magnitud de lo que Sarmiento hizo por la educación popular, como un compromiso en la acción con el más democrático de los principios, el de la igualdad de oportunidades, pero también por el impulso que dio a la conciencia agraria nacional. (….)
Sarmiento había nacido en San Juan, en 1811. Salvo la revolución, estaba todo por hacerse. Algún día iba a escribir que la sociedad argentina había comenzado a organizarse, en realidad, hacia 1820, según ideas de las que estaba impregnada por inspiración de Martín Rodríguez, Las Heras y Rivadavia. Y explicaría cuál era, en rigor, la materia de aquella inspiración, que después ha sido necesario invocar con la fuerza de un programa renovado de gobierno: " seguridad individual, respeto de la propiedad, responsabilidad de la autoridad, equilibrio de los poderes, educación pública ".

Esta última fue su más rotunda obsesión. A los 15 años ya estaba en San Francisco del Monte, San Luis, al frente de su primera escuela. Todavía en 1868 -año en que asumió la presidencia de la Nación después de haber sido militar, concejal, legislador provincial, ministro, constituyente, gobernador, y cumplido misiones diplomáticas en Chile, Perú y los Estados Unidos- el setenta por ciento de la población del país ignoraba cómo leer y escribir.

Se debe a su persistencia la fundación de más de ochocientas escuelas. La apertura de instituciones de la trascendencia de la primera escuela normal de América latina, en Chile, por dos veces asiento de las tristezas del destierro. Las escuelas normales de Paraná y Concepción del Uruguay y, entre otros colegios nacionales, los de Santiago del Estero y Corrientes. El Observatorio Astronómico y la Facultad de Ciencias de Córdoba, el Boletín Oficial, las bibliotecas populares que prodigó al país.

Fue honrado con un doctorado honoris causa por la Universidad de Michigan, y de su amistad con los educadores Horacio Mann y su esposa, Mary Mann, derivó que vinieran al país unos setenta pedagogos norteamericanos por él contratados. Todos ellos pensaban, como los Mann, que "la educación es nuestra única solución política", que, fuera de ella, "todo es diluvio".

(…)
Al cabo de sesenta años entregados al bien público, Sarmiento había terminado por habituar a la Argentina a la reciedumbre de su genio, de sus arengas y artículos periodísticos, a la de esa pluma también fresca por la espontaneidad y presente en una obra ordenada en más de cincuenta tomos. Recuerdos de provincia , Argirópolis -un proyecto de organización política para el país y la región-, Conflictos y armonía de las razas en América , Educación popular , Viajes por Europa, Africa y América , la serie de estudios biográficos: Aldao , Lincoln , Dominguito , el hijo cuya muerte en la guerra del Paraguay le había partido el alma.

Aquel varón de rasgos y hombros cargados, de cabeza grande y cuerpo sólido, sensible a las ternuras de la intimidad y hosco para el trato público; aquel hombre desentendido del acopio personal de riquezas materiales y sin el don de la elegancia, acaso porque todos los dones habían sido concentrados en la construcción suprema del intelecto, había vivido en un tiempo igualmente extraordinario del país. Tantas calidades reunidas invitan a pensar que cualquier comparación de él y su época con la posteridad pueda ser impugnada de arbitraria, por inmisericorde, más cuando se sabe que la memoria se empeña de ordinario en embellecer el pasado, no en estropearlo.

Dejémoslo, pues, donde está, en su descanso en la Recoleta, adonde el féretro llegó sobre un carruaje arrastrado por doce corceles azabaches y rodeado de la multitud en la que sobresalían los estudiantes, en la tarde del 21 de septiembre de 1888. Dejémoslo allí, pero sin buscar entre los muertos, como advirtió LA NACION parafraseando a Mitre al hablar de Rivadavia, "al que vive entre nosotros y vivirá siempre entre nuestros hijos, mientras latan corazones argentinos, mientras en esta tierra se rinda culto a la inteligencia, al patriotismo y a la virtud".

Vive, en efecto, Sarmiento, en hombres y mujeres de las más diversas condiciones sociales. Vive en todos aquellos dispuestos a superar con esfuerzo y solidaridad las dificultades que se interponen en el camino compartido de la nacionalidad. Vive entre quienes saben que, para la reafirmación institucional impostergable, se requiere el diálogo, la reflexión introspectiva y "una antorcha tranquila para ver en su verdadera luz los hechos y penetrar en la corteza que los envuelve, hasta sus causas remotas y recónditas". Así escribió en Conflicto y armonías de las razas en América y así lo recordó Adelmo Montenegro, en el centenario del nacimiento, para contraponer el lugar que había hecho, al final de su obra, al espíritu de conciliación respecto de los años de mayor beligerancia.

Vive Sarmiento entre quienes, cuando por alguna razón decae la esperanza, acuden a la inagotable fuente de sus ideas y de su obra y se encuentran así, sin ir más lejos, con aquella confesión que hizo también en el tramo último, los de la banca por San Juan en el Senado (1874), los del breve Ministerio del Interior en la presidencia de Avellaneda (1879), los de la Superintendencia General de Escuelas (1881): "La pureza de los administradores públicos ha sido la tradición nacional. ¿Cómo se les iba a ocurrir a los unitarios, a Mitre, a Valentín Alsina, así a ninguno de nosotros lo que no se le había ocurrido a Rosas en veinte años de gobierno irresponsable?

Por José Claudio Escribano

Mirá la nota completa acá

martes, 18 de septiembre de 2007

Otro finalista en el Gen


Ayer por la noche, en la cuarta edición de El Gen Argentino, fue elegido finalista el automovilista Juan Manuel Fangio.
Lo extraño es que se impuso sobre Diego Maradona, contra todos los pronósticos. Incluso, se notaba entre los panelistas un cierto favoritismo por Maradona. La verdad es que “el Diego” incluye en sí mismo las bondades y defectos argentinos, lo que lo hace muy buena proyección del ser nacional, aunque no del “deber ser” nacional. El tema de “no meterse en su vida privada” es relativo. Tanto de Evita, el Che, Belgrano o San Martín se habló de su vida privada, claro que no tenían el peso mediático de un Maradona.
El tema es que Fangio salió vencedor por un 60% de los votos. Quizás demuestra la composición social (e ideológica) de los televidentes que siguen/seguimos el programa, o quizás realmente deba imponerse por sus propios méritos.



Juan Manuel Fangio (1911-1995)

Piloto de Fórmula 1. A lo largo de su carrera ganó 24 competencias y se consagró campeón mundial en cinco oportunidades con un detalle que lo hizo único en la historia: lo logró con cuatro marcas distintas (Alfa Romeo, Maserati, Ferrari y Mercedes Benz). En 1982 fue designado Mejor Automovilista de todos los tiempos por la International Racing Press Association.
Falleció a los 84 años. Sus restos descansan en Balcarce, su ciudad natal.


(Fuente de la biografía: http://www.elgenargentino.com.ar/)

lunes, 17 de septiembre de 2007

Sarmiento-Estrada

No me había dado cuenta antes de un detalle. Los dos educadores argentinos que ameritan las celebraciones del Día del Maestro y del Día del Profesor murieron fuera del país y, ambos, justamente en Paraguay.

Sarmiento en una especie de exilio eligió Paraguay para pasar sus últimos días. Es muy probable que haya elegido ese país pues en su territorio falleció su único hijo durante la guerra con Paraguay.

Estrada cumplía allí funciones de Estado.

De personalidades muy distintas entre sí, a los dos se los recuerda por sus arraigadas convicciones y la fortaleza con la que defendieron sus ideas, por el bien de la educación argentina.

Día del Profesor



Hoy se celebra en Argentina el día del profesor en recuerdo de José Manuel Estrada, preclaro educador argentino.

Católico de fervientes convicciones, supo manejarse en la sociedad civil con alta dedicación por el bien común. Sufrió los embates de muchos políticos por sus decisiones, siempre defendiendo la libertad de enseñanza consagrada en la Constitución.


Una breve biografía.

Nació en Buenos Aires el 13 de junio de 1842. Estudió Filosofía, Ciencias Sagradas y Humanidades con Buenaventura Hidalgo. Desde muy joven inició, por medio de publicaciones periodísticas, una prédica a favor de la libertad y la democracia. A los veinte años publicó "El génesis de la raza" y "El catolicismo y la democracia".

La historia fue para Estrada una gran pasión y de ella extrajo enseñanzas morales y republicanas. Publicó "Ensayos sobre la revolución de los comuneros en el siglo XVIII". En 1873 fue nombrado profesor de Historia e Instrucción Cívica en el Colegio Nacional de Buenos Aires, materia esta última él inaugura en el país. El decreto que estableció esta cátedra disponía como texto de la asignatura la exposición de la Constitución de los Estados Unidos, escrita por Story. Estrada, al inaugurar la cátedra trazó un programa adecuado, tomando como base la Constitución Nacional y se ocupó de la organización política establecida por nuestra Carta Magna, de los deberes y derechos que este código fundamental prescribe y garantiza a los ciudadanos argentinos.

En 1876, pese a que carecía de título universitario, se lo nombró profesor de Derecho constitucional, donde dictó cursos que sus contemporáneos consideraban notables.

En esa época publicó La Política liberal bajo la tiranía de Rosas donde se ocupó del Dogma socialista y de los principios que animaron a la Asociación de Mayo. En 1878 aparecieron sus Lecciones de Derecho Constitucional.

Encabezó la oposición de los grupos católicos a la política liberal de Julio A. Roca. Junto a Pedro Goyena, M. Navarro Viola y Emilio Lamarca, redactó un periódico, "La Unión". Su prédica, que prolongó en la cátedra, determinó su destitución de la cátedra universitaria por el Presidente de la República, en 1884. La juventud universitaria, que protestó indignada por la destitución, llegó en manifestación hasta la casa del maestro, quien dijo "... de las astillas de las cátedras destrozadas por el despotismo, haremos tribunas para enseñar la justicia y predicar la libertad".

En 1886 ocupó una banca en la Cámara de Diputados de la Nación. En 1891, en la histórica asamblea que se reúneen el Frontón de Buenos aires, Estrada pronunció uno de sus últimos y brillantes discursos, al defender los derechos cívico.

En cuanto a sus ideas educacionales, debe destacarse la Memoria que publicó cuando se desempeñó como Jefe del Departamento de Escuelas de Buenos Aires. En ella expone sus críticas y señala los objetivos educacionales que, a su juicio, debían perseguirse. "Se enseñaba el dogma -dice- y se enseñaba mal. La instrucción de los niños ha consistido en el aprendizaje de memoria del Catecismo del Padre Astete, que conseguí desterrar de las escuelas".

Para Estrada, la función de la educación consiste en el arte de adaptar al niño y al adolescente a la sociedad en la cual debe vivir. "La educación –afirmaba- discretamente organizada y copiosamente distribuida, es el único medio de modelar en la Republica Argentina la personalidad del ciudadano y de adaptar los elementos sociales, tomados en su capacidad colectiva, al tipo de las instituciones libres, cuyo resorte es la aptitud universal para el gobierno propio".

Siendo ministro argentino en el Paraguay, murió el 17 de septiembre de 1894.

Fuente: ""Los hombres de la Educación Argentina", Capítulo 7

http://www.nuevaalejandria.com/secciones/maestros-americanos/bios/estrada.php

miércoles, 12 de septiembre de 2007

El legado de Sarmiento

En este mes de Setiembre, en el que recordamos la figura del “Padre del aula”, vale la pena pensar un minuto sobre el legado sarmientino en educación.

Quisiera destacar, solo, dos hechos concretos:

  1. La introducción de maestras extranjeras para fomentar la educación primaria y la formación docente: El ejemplo de la Escuela Normal de Paraná y, en cierto sentido, la “creación” de lo que luego se llamaría espíritu o impronta normalista, nos muestra la alta visión de Sarmiento sobre la necesaria y urgente (en aquella época y hoy también) formación docente de calidad. Y a situaciones drásticas, resoluciones valientes: si acá no había maestras preparadas, las traíamos de afuera hasta tener las nuestras; mal que les pese a los católicos de ese momento, las maestras eran protestantes… Sarmiento no dejaba de provocar jamás.
  2. La clara concepción de que gobernar era educar. El fomento y la instalación de escuelas en todo el territorio nacional, el impulso a lo que luego fue la Ley 1420, promovieron a Sarmiento –sin ninguna duda- como el gran educador argentino, sin desmedro de otras grandes personalidades que favorecieron, desde diversos ámbitos y en distintos momentos, la educación pública.

Se podrán decir muchas cosas de Sarmiento. En general, los católicos lo rechazan por masón y ensalzan la figura de Estrada. El resto, lo proclama como Padre del aula. La polémica es ya histórica.




martes, 11 de septiembre de 2007

Padre del aula

Hoy, 11 de setiembre, se celebra en Argentina el día del maestro, en recuerdo al fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento.

Fue un hombre excepcional para su tiempo y para los tiempos que lo siguieron. Autodidácta para aprender, escritor, periodista, político, embajador, director general de escuelas, presidente… Sarmiento lo fue todo… y ayudó a establecer las bases para nuestro país.

Polémico como pocos, amado y odiado a la vez, su obra influyó e influye en el pensamiento y la vida de los argentinos.

“Padre del aula, Sarmiento inmortal” reza el himno en su honor. Dice Felipe Pigna que solo se lo puede comprender si se lee su extensa bibliografía, porque sus frases son tan contundentes que –quitadas del contexto de su vida y obra enteras- sería malinterpretado.

Su biografía:

Autor: Felipe Pigna


El 15 de febrero de 1811, nació en el Carrascal uno de los barrios más pobres de la ciudad de San Juan, Domingo Faustino Sarmiento. Los primeros "maestros" de Domingo fueron su padre José Clemente Sarmiento y su tío José Eufrasio Quiroga Sarmiento, quienes le enseñaron a leer a los cuatro años. En 1816, ingresó a una de las llamadas "Escuelas de la Patria", fundadas por los gobiernos de la Revolución, donde tuvo como educadores a los hermanos Ignacio y José Rodríguez, éstos sí maestros profesionales.

Cuando terminó la primaria, su madre, Doña Paula Albarracín, quiso que estudiara para sacerdote en Córdoba, pero Domingo se negó y tramitó una beca para estudiar en Buenos Aires. No la consiguió y tuvo que quedarse en San Juan donde fue testigo de las guerras civiles que asolaban la provincia. Marchó al exilio en San Francisco del Monte, San Luis, junto a su tío, José de Oro. Allí fundaron una escuela que será el primer contacto de Sarmiento con la educación.

Poco después, regresó a San Juan y comenzó a trabajar en la tienda de su tía. "La Historia de Grecia la estudié de memoria, y la de Roma enseguida…; y esto mientras vendía yerba y azúcar, y ponía mala cara a los que me venían a sacar de aquel mundo que yo había descubierto para vivir en él. Por las mañanas, después de barrida la tienda, yo estaba leyendo, y una señora pasaba para la Iglesia y volvía de ella, y sus ojos tropezaban siempre, día a día, mes a mes, con este niño inmóvil insensible a toda perturbación, sus ojos fijos sobre un libro, por lo que, meneando la cabeza, decía en su casa: ‘¡Este mocito no debe ser bueno! ¡Si fueran buenos los libros no los leería con tanto ahínco!’"

En 1827, se produjo un hecho que marcará su vida: la invasión a San Juan de los montoneros de Facundo Quiroga.

Decidió oponerse a Quiroga incorporándose al ejército unitario del General Paz. Con el grado de teniente, participó en varias batallas. Pero Facundo parecía por entonces imparable: tomó San Juan y Sarmiento decidió, en 1831, exiliarse en Chile. Se empleó como maestro en una escuela de la localidad de Los Andes. Sus ideas innovadoras provocaron la preocupación del gobernador. Molesto, se mudó a Pocura y fundó su propia escuela. Allí se enamoró de una alumna con quien tendrá su primera hija, Ana Faustina.

En 1836, pudo regresar a San Juan y fundar su primer periódico, El Zonda. Pero al gobierno sanjuanino no le cayeron nada bien las críticas de Sarmiento y decidió, como una forma de censurarlo, aplicarle al diario un impuesto exorbitante que nadie podía pagar y que provocó el cierre de la publicación en 1840. Volvió a Chile y comenzó a tener éxito como periodista y como consejero educativo de los sucesivos gobiernos.

"¿Que es pues un periódico? Una mezquina hoja de papel, llena de retazos, obra sin capítulos, sin prólogo, atestada de bagatelas del momento. Se vende una casa. Se compra un criado. Se ha perdido un perro, y otras mil frioleras, que al día siguiente a nadie interesan. ¿Qué es un periódico? Examinadlo mejor. ¿Qué más contiene? Noticias de países desconocidos, lejanos, cuyos sucesos no pueden interesarnos. (...) Trozos de literatura, retazos de novelas. Decretos de gobierno. (...) Un periódico es el hombre. El ciudadano, la civilización, el cielo, la tierra, lo pasado, lo presente, los crímenes, las grandes acciones, la buena o la mala administración, las necesidades del individuo, la misión del gobierno, la historia contemporánea, la historia de todos los tiempos, el siglo presente, la humanidad en general, la medida de la civilización de un pueblo." D. F. Sarmiento, El Zonda Nº 4.

En Chile, Sarmiento pudo iniciar una etapa más tranquila en su vida. Se casó con Benita, viuda de Don Castro y Calvo, adoptó a su hijo Dominguito y publicó su obra más importante: Facundo, Civilización y Barbarie. Eligió el periodismo como trinchera para luchar contra Rosas. Fundó dos nuevos periódicos: La Tribuna y La Crónica, desde los que atacó duramente a Don Juan Manuel.

Entre 1845 y 1847, por encargo del gobierno chileno, visitó Uruguay, Brasil, Francia, España, Argelia, Italia, Alemania, Suiza, Inglaterra, EEUU, Canadá y Cuba. En cada uno de estos países, se interesó por el sistema educativo, el nivel de la enseñanza y las comunicaciones. Todas estas impresiones las volcó en su libro Viajes por Europa, África y América. A fines de 1845 conoció en Montevideo a Esteban Echeverría, uno de los fundadores de la generación del ’37 y como él, opositor a Rosas y exiliado. Estando en Francia, en 1846, tuvo un raro privilegio: conocer personalmente al general San Martín en su casa de Grand Bourg y mantener una larga entrevista con el libertador.

De regreso a Chile, incrementó su actividad periodística contra Rosas, lo que motivó que el gobernador de Buenos Aires solicitara dos veces la extradición de Sarmiento para juzgarlo por calumnias, cosa a la que el gobierno chileno se negó.

Sarmiento pensaba que el gran problema de la Argentina era el atraso que él sintetizaba con la frase "civilización y la barbarie". Como muchos pensadores de su época, entendía que la civilización se identificaba con la ciudad, con lo urbano, lo que estaba en contacto con lo europeo, o sea lo que para ellos era el progreso. La barbarie, por el contrario, era el campo, lo rural, el atraso, el indio y el gaucho. Este dilema, según él, solo podía resolverse por el triunfo de la "civilización" sobre la "barbarie". Decía: "Quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los salvajes por quienes sentimos sin poderlo remediar, una invencible repugnancia". En una carta le aconsejaba a Mitre: "no trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes". Lamentablemente el progreso no llegó para todos y muchos "salvajes y bárbaros" pagaron con su vida o su libertad el "delito" de haber nacido indios o de ser gauchos y no tener un empleo fijo.

La obra literaria de Sarmiento estuvo marcada por su actuación política desde que escribió en 1845: "¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un noble pueblo! (...) Facundo no ha muerto ¡Vive aún! ; está vivo en las tradiciones populares, en la política y las revoluciones argentinas; en Rosas, su heredero, su complemento. (...) Facundo, provinciano, bárbaro, valiente, audaz, fue reemplazado por Rosas, hijo de la culta Buenos Aires, sin serlo él, (...) tirano sin rival hoy en la tierra". Estos párrafos del Facundo nos muestran el estilo de Sarmiento. Facundo, a quien odia y admira a la vez, es la excusa para hablar del gaucho, del caudillo, del desierto interminable, en fin, de la Argentina de entonces, de todos los elementos que representan para él el atraso y con los que hay que terminar por las buenas o las malas.

Sarmiento desde Chile alternó su actividad periodística con la literaria y educativa. En su libro Viajes (1849) se reflejan mucho más que las impresiones de un viajero atento y observador; allí se ocupó de lo que lo maravilla de los países que visita y que quisiera ver en su tierra. Pone el acento en el progreso industrial, el avance de las comunicaciones y de la educación.

En su libro Argirópolis (1850) dedicado a Urquiza, expresó un proyecto para crear una confederación en la cuenca del Plata, compuesta por las actuales Argentina, Uruguay y Paraguay, cuya capital estaría en la Isla Martín García. El modelo de organización era la Constitución norteamericana y proponía fomentar la inmigración, la agricultura y la inversión de capitales extranjeros.

Mantuvo fuertes polémicas con políticos y escritores de su tiempo, como Juan Bautista Alberdi, con quien no coincidía en apoyar a Urquiza. Esta polémica se expresó a través de dos libros: Cartas Quillotanas, de Sarmiento y Complicidad de la prensa en las guerras civiles de la República Argentina, de Alberdi. Sarmiento, no se quedó tranquilo y le respondió con dos libros más: Las Ciento y una. Época preconstitucional y Comentarios a la Constitución de la Nación Argentina.

En 1862 el general Mitre asumió la presidencia y se propuso unificar al país. En estas circunstancias asumió Sarmiento la gobernación de San Juan. A poco de asumir dictó una Ley Orgánica de Educación Pública que imponía la enseñanza primaria obligatoria y creaba escuelas para los diferentes niveles de educación, entre ellas una con capacidad para mil alumnos, el Colegio Preparatorio, más tarde llamado Colegio Nacional de San Juan, y la Escuela de Señoritas, destinada a la formación de maestras

En sólo dos años Sarmiento cambió la fisonomía de su provincia. Abrió caminos, ensanchó calles, construyó nuevos edificios públicos, hospitales, fomentó la agricultura y apoyó la fundación de empresas mineras. Y como para no aburrirse, volvió a editar el diario El Zonda.

En 1863 se produjo en la zona el levantamiento del Chacho Peñaloza y Sarmiento decretó el estado de sitio y como coronel que era, asumió personalmente la guerra contra el caudillo riojano hasta derrotarlo. El ministro del interior de Mitre, Guillermo Rawson, criticó la actitud de Sarmiento de decretar el estado de sitio por considerar que era una decisión exclusiva del poder ejecutivo nacional. Sarmiento, según su estilo, renunció. Corría el año 1864.

A pedido del presidente Mitre, en 1864 viajó a los EE.UU. como ministro plenipotenciario de la Argentina. De paso por Perú, donde se hallaba reunido el Congreso Americano, condenó el ataque español contra Perú, a pesar de las advertencias de Mitre para que no lo hiciera.

Sarmiento llegó a Nueva York en mayo de 1865. Acababa de asumir la presidencia Andrew Johnson en reemplazo de Abraham Lincoln, asesinado por un fanático racista. Sarmiento quedó muy impresionado y escribió Vida de Lincoln. Frecuentó los círculos académicos norteamericanos y fue distinguido con los doctorados "Honoris Causa" de las Universidades de Michigan y Brown.

Mientras Sarmiento seguía en los Estados Unidos, se aproximaban las elecciones y un grupo de políticos los postuló para la candidatura presidencial. Los comicios se realizaron en abril de 1868 y el 16 de agosto, mientras estaba de viaje hacia Buenos Aires, el Congreso lo consagró presidente de los argentinos. Asumió el 12 de octubre de ese año.

Cuando Sarmiento asumió la presidencia todavía se combatía en el Paraguay. La guerra iba a llevarse la vida de su querido hijo Dominguito. Sarmiento ya no volvería a ser el mismo. Un profundo dolor lo acompañaría hasta su muerte.

Durante su presidencia siguió impulsando la educación fundando en todo el país unas 800 escuelas y los institutos militares: Liceo Naval y Colegio Militar.

Sarmiento había aprendido en los EE.UU. la importancia de las comunicaciones en un país extenso como el nuestro. Durante su gobierno se tendieron 5.000 kilómetros de cables telegráficos y en 1874, poco antes de dejar la presidencia pudo inaugurar la primera línea telegráfica con Europa. Modernizó el correo y se preocupó particularmente por la extensión de las líneas férreas. Pensaba que, como en los EE.UU., el tren debía ser el principal impulsor del mercado interno, uniendo a las distintas regiones entre sí y fomentando el comercio nacional. Pero éstos no eran los planes de las compañías británicas inglesas, cuyo único interés era traer los productos del interior al puerto de Buenos Aires para poder exportarlos a Londres. En lugar de un modelo ferroviario en forma de telaraña, o sea interconectado, se construyó uno en forma de abanico, sin conexiones entre las regiones y dirigido al puerto. Este es un claro ejemplo de las limitaciones que tenían los gobernantes argentinos frente a las imposiciones del capital inglés. La red ferroviaria paso de 573 kilómetros a 1331 al final de su presidencia.

En 1869 se concretó el primer censo nacional. Los argentinos eran por entonces 1.836.490, de los cuales el 31% habitaba en la provincia de Buenos Aires y el 71% era analfabeto. Según el censo, el 5% eran indígenas y el 8% europeos. El 75% de las familias vivía en la pobreza, en ranchos de barro y paja. Los profesionales sólo representaban el 1% de la población. La población era escasa, estaba mal educada y, como la riqueza, estaba mal distribuida. Sarmiento fomentó la llegada al país de inmigrantes ingleses y de la Europa del Norte y desalentó la de los de la Europa del Sur. Pensaba que la llegada de sajones fomentaría en el país el desarrollo industrial y la cultura. En realidad los sajones preferían emigrar hacia los EE.UU. donde había puestos de trabajo en las industrias. La argentina de entonces era un país rural que sólo podía convocar, lógicamente a campesinos sin tierras. Y, para tristeza de Sarmiento, la mayoría de los inmigrantes, muchos de nuestros abuelos, serán campesinos italianos, españoles, rusos y franceses.

Entre las múltiples obras de Sarmiento hay que mencionar la organización de la contaduría nacional y el Boletín Oficial que permitieron a la población en general, conocer las cuentas oficiales y los actos de gobierno. Creó el primer servicio de tranvías a caballo, diseñó los Jardines Zoológico y Botánico. Al terminar su presidencia 100.000 niños cursaban la escuela primaria.

Al finalizar su mandato apoyo la candidatura del tucumano Nicolás Avellaneda.

El 22 de agosto de 1873 Sarmiento sufrió un atentado mientras se dirigía hacía la casa de Vélez Sarsfield. Cuando transitaba por la actual esquina de Corrientes y Maipú, una explosión sacudió al coche en el que viajaba. El sanjuanino no lo escuchó porque ya padecía una profunda sordera. Los autores fueron dos anarquistas italianos, los hermanos Francisco y Pedro Guerri que confesaron haber sido contratados por hombres de López Jordán. El atentado falló porque a Francisco Guerri se le reventó el trabuco en la mano. Sarmiento salió ileso del atentado y se enteró porque se lo contaron después.

Al finalizar su mandato en 1874, Sarmiento se retiró de la presidencia pero no de la política. En 1875 asumió el cargo de Director General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires y continuó ejerciendo el periodismo desde La Tribuna. Poco después fue electo senador por San Juan.

En esa época vivía con su hermana, su hija y sus nietos en la calle Cuyo, actual Sarmiento 1251.

En 1879 asumió como ministro del Interior de Avellaneda, pero por diferencias políticas con el gobernador de Buenos Aires, Carlos Tejedor, renunció al mes de haber asumido.

Durante la presidencia de Roca ejerció el cargo de Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación. En la época en que Sarmiento fomentaba la educación popular, el índice de analfabetos era altísimo. En el campo había muy pocas escuelas porque la mayoría de los estancieros no tenían ningún interés en que los peones y sus hijos dejaran de ser ignorantes. Cuanto menos educación tuvieran más fácil sería explotarlos.

Pero Sarmiento trataba de hacerles entender que una educación dirigida según las ideas y los valores de los sectores dominantes, lejos de poner en peligro sus intereses, los reproducía y confirmaba. "Para tener paz en la República Argentina, para que los montoneros no se levanten, para que no haya vagos, es necesario educar al pueblo en la verdadera democracia, enseñarles a todos lo mismo, para que todos sean iguales... para eso necesitamos hacer de toda la república una escuela."

De todas formas le costó muchísimo convencer a los poderosos de que les convenía la educación popular y recién en 1882, logró la sanción de su viejo proyecto de ley de educación gratuita, laica y obligatoria, que llevará el número 1420.

Una de sus últimas actuaciones públicas data de 1885. El presidente Roca prohibió a los militares emitir opiniones políticas. Sarmiento, que no podía estar sin expresar su pensamiento, decidió pedir la baja del ejército, y opinar libremente a través de las páginas de su diario El Censor.

En el invierno de 1888 se trasladó al clima cálido del Paraguay junto a Aurelia Vélez, la hija de Dalmacio Vélez Sarsfiled, autor del Código Civil. Aurelia fue la compañera de Sarmiento durante los últimos años de su vida. Murió el 11 de septiembre de ese año, en Paraguay, como su hijo Dominguito.

Pocos años antes había dejado escrito una especie de testamento político: "Nacido en la pobreza, criado en la lucha por la existencia, más que mía de mi patria, endurecido a todas las fatigas, acometiendo todo lo que creí bueno, y coronada la perseverancia con el éxito, he recorrido todo lo que hay de civilizado en la tierra y toda la escala de los honores humanos, en la modesta proporción de mi país y de mi tiempo; he sido favorecido con la estimación de muchos de los grandes hombres de la Tierra; he escrito algo bueno entre mucho indiferente; y sin fortuna que nunca codicié, porque ere bagaje pesado para la incesante pugna, espero una buena muerte corporal, pues la que me vendrá en política es la que yo esperé y no deseé mejor que dejar por herencia millones en mejores condiciones intelectuales, tranquilizado nuestro país, aseguradas las instituciones y surcado de vías férreas el territorio, como cubierto de vapores los ríos, para que todos participen del festín de la vida, de que yo gocé sólo a hurtadillas".

Fuente: www.elhistoriador.com.ar

Para ver más, dos links muy interesantes:

Especial de Clarín sobre Sarmiento

Sus obras: Proyecto Sarmiento

San Martín, finalista

En un nuevo cruce de El Gen Argentino, San Martín fue elegido finalista por el 58,8% de los votos. Era una elección, para mí, difícil: San Martín o Belgrano. Ambos, creo, son los argentinos más grandes. Coincido con el comentario final que hizo Terragno: los dos a la final…


GENERAL JOSÉ DE SAN MARTÍN

(1778 -1850)

General del Ejército de los Andes y libertador de la Argentina Chile y el Perú. Nació en Yapeyú, Corrientes. Creó el regimiento de Granaderos a Caballo y derrotó a los españoles en la batalla de San Lorenzo. Luego asumió el mando del Ejército del Norte, cruzó los Andes y expulsó a los realistas de Chile; más tarde derrotó a los españoles en el Perú. Se exilió a Europa para no ser parte de la guerra civil que atravesaba la Argentina. Murió en Francia.

Su voluntad fue que su corazón reposara en Buenos Aires. Recién 27 años después de su muerte pudo repatriarse su cuerpo, recibido con altos honores por el entonces Presidente Domingo F. Sarmiento. Su Mauselo se encuentra en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires.


Educación y Medios de Comunicación

La Academia Nacional de Educación realizó un comunicado sobre los medios de comunicación y la educación. En el texto queda clara la crítica que realizan sobre la situación de los MCS pero no tanto su relación con la educación. Creo que se podría haber dicho mucho más en términos propositivos y dejar de lado aspectos meramente negativos.

Nada dicen, tampoco, del hecho que la nueva Ley de Educación Nacional dedica el Título VII al tema de los MCS, creando la señal educativa “Encuentro” (a mi juicio de muy buen nivel) y un Consejo Consultivo del tema.

A continuación, el texto de la Declaración:


DECLARACIÓN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE EDUCACIÓN

Los medios de comunicación y la Educación argentina

En los últimos años han sido frecuentes y justificadas las quejas de la sociedad, por los contenidos de algunos medios audiovisuales, las flagrantes infracciones de la ley que rige su funcionamiento, y, con ello, las múltiples consecuencias negativas que producen al cuerpo social, especialmente a los sectores de menor nivel educativo, los niños y jóvenes.

Estos reclamos criteriosos se intensificaron sustancialmente en estos meses, como lo evidencian múltiples expresiones periodísticas, institucionales, sean profesionales de organizaciones de la sociedad civil, entidades educativas y hasta empresarias. No es el caso detallar las serias deficiencias que en cada caso se han señalado, y que son comprobables a diario, con solo escuchar o mirar algunos de los más importantes medios electrónicos de comunicación.

Los hechos criticados se originan en causas diferentes, entre las que se destaca como fundamental la no prestación adecuada del “servicio de interés público” a que están obligados los permisionarios particulares. La consecuencia directa de este grave incumplimiento de las licencias, se traduce en el creciente volumen de contenidos de comprobable efecto pernicioso para la educación de grandes sectores de la población. Contenidos y valores opuestos a los propósitos educativos establecidos por la reciente legislación de la Nación y de las Provincias.

La Academia Nacional de Educación, reitera su profunda preocupación por la negativa influencia de estos hechos sobre la educación de los argentinos.

Por ello, formula un llamado a todos los sectores con responsabilidad sobre esta grave situación, especialmente a las autoridades gubernamentales y a los empresarios permisionarios de medios y anunciantes, para llegar a acuerdos concretos que reflejen los valores de nuestra Constitución y de la gran mayoría de nuestro pueblo. Con la colaboración de todos, debemos revertir la actual situación y reencauzar la radiodifusión en su verdadera naturaleza de servicio de interés público, sin perjuicio de su normal actividad comercial.

La Academia Nacional de Educación abre su ámbito para el diálogo y la reflexión, sobre los mejores mecanismos para alcanzar los objetivos señalados y expresa su anhelo de que entre todos los integrantes de la sociedad, incluyendo permisionarios de medios, anunciantes y el Estado, se unan esfuerzos para que las maravillas de la tecnología moderna, se conviertan en auténticos instrumentos al servicio de la ansiada recuperación educativa del País.

(Aprobado por el Plenario
de la Academia Nacional de Educación
Agosto 6, 2007)

viernes, 7 de septiembre de 2007

jueves, 6 de septiembre de 2007

martes, 4 de septiembre de 2007

El Che, finalista en el Gen


Ayer fue el primer “cruce” de finalistas, entre el Che y Evita. Ganó Guevara por varios puntos de diferencia. Hay que aclarar que no se trata de una competencia común.


ERNESTO GUEVARA, "CHE"
HISTORIA Y POLÍTICA DEL SIGLO XX
(1928 - 1967)

Médico y figura universal de los movimientos revolucionarios. En 1959 participó de la Revolución Cubana. Fue funcionario del nuevo gobierno de Cuba y partió al África para formar parte de los movimientos de liberación en ese continente. Escribió y publicó sus ideas, que sirvieron de inspiración para varias generaciones de luchadores populares. Intentó recrear el éxito de la experiencia cubana en América del Sur. Fue ejecutado en la selva boliviana.

Visto en: El Gen Argentino

lunes, 3 de septiembre de 2007

La educación técnica

La educación técnica ha crecido en nuestro país. En los ’90, la Ley Federal de Educación “desmanteló” (así se repitió hasta el cansancio) el sistema de educación técnico-profesional argentino.

La sanción de la Ley de Educación Técnico-Profesional en el año 2005 reorganizó las bases necesarias para que nuestro país tenga la educación que merece en lo referido a ciencia y tecnología.

No podemos olvidar que la masa crítica formada en las escuelas técnicas se incorpora con rapidez al mercado laboral y está en condiciones de continuar estudios superiores en tecnicaturas y universidades.

Cueste reconocerlo a quien le cueste reconocerlo, los índices de empleo han mejorado en los últimos cuatro años y continúa existiendo una demanda laboral no satisfecha relativamente alta. Solamente podemos llegar al pleno empleo y a satisfacer los puestos de trabajo que la reactivación genera a través de educación de calidad.

Setiembre

El 11 de Setiembre se recuerda el fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento y el 17 del mismo mes el de José Manuel Estrada. Ambos educadores. Por el primero, se celebra el día del maestro; por el segundo, el del profesor.

Muy bien nunca se llevaron. Uno era anticlerical, el otro ferviente católico.

Pero quedaron unidos en la historia por fechas de celebración para educadores.

En este mes, le dedicaremos algún que otro post.